Noctus

Elfo de sangre Brujo 80
Antigüedad: 20/06/20
No tiene hermandad
Temas: 1


EL DIARIO DE UNA MEMORIA
J.P.M.R.   

 
   - ¿Qué podría aportar alguien como yo? --se preguntó el que ocultaba tras una sonrisa su dolor-- y con un esfuerzo para no derramar una lágrima, recordaba su historia.
     - Hice muchas cosas mal --dijo--, mientras bajaba la mirada y caía rendido al suelo. -Siempre me sentí inferior; mira, soy yo el que intenta compararse con leyendas sabiendo lo desastrosos que son mis días; perdí mi vida aquella fría noche de noviembre. - Recuerdo la última vez que la vi a los ojos, tan hermosa como todos los días, llevaba el cabello adornado con flores e iba con el collar que le obsequié la primera vez que decidimos formar una familia de dos... oh mi querido amigo; me siento destrozado, ¿esperabas una historia de heroísmo, una historia mítica o una historia de lo cuán valeroso puedo ser? creo que te equivocaste al buscarme, pues en esta vida nos arrebatan a los que queremos y eso trasciende historias, trastorna vidas y amarga corazones. Esta guerra del mundo nos afecta a todos, pero... a unos más que a otros. No puedo compararme con leyendas, porque esta es una vida que yo no elegí, yo no elegí pelear; llámame cobarde, pero guerra significa pérdidas, guerra involucra inocentes que no pidieron llegar ahí, la guerra me lo quitó todo; mis padres, mi familia, ¡mi vida! Así que querido amigo, olvídalo, rechazo tu petición de unirme a tus filas, no quiero ser parte de la "solución" llámame cobarde si gustas y si te hace sentir mejor, ya perdí todo, no podría perder nada más y no me interesa tu causa o el motivo, siempre los bandos en una guerra creen tener la razón, --tal vez Arthas, tiene un buen motivo para hacerlo, y tú como Jefe de Guerra, también por formar una alianza y defender a los tuyos-- y no, no estoy para formar parte de esas ambigüedades. - Bueno, no quiero hablar más sobre el tema, ¡no vuelvas a buscarme!


       Esa misma noche soñaba con ella, soñaba con los ojos de mi amada mientras se cerraban en el olvido, con la mirada infinita pero perdida, cuando sus ojos me veían, pero yo no la encontraba, recordaba en sueños sus últimas palabras, que decía, "te veo al amanecer, mi amor". Con lágrimas en los ojos despertaba, era un sueño tan recurrente que no me dejaba tranquilo. Mis días fueron cambiando, ocupaba las mañanas para dormir, las tardes para trabajar y las noches... ah, las noches se las dedicaba a ella, salía a caminar por donde con ella juntos solíamos estar, los del lugar me empezaron a llamar "Noctus, el de la noche", lo escuchaba en susurros, porque ninguno se atrevía a hablarme, creo que... me tenían miedo. 

      En esas noches infinitas, a veces solían escucharse cañones que era de algún enfrentamiento cercano, me hacían recuerdo al día en que ella se fue. Yo ya no sabía que hacer de mi vida, pues no tenía nada, vivía el día tras día sin ningún objetivo o ninguna meta, vivía porque se supone que es lo que debería hacer, sólo pedía alguna señal, algún indicio que se encargara de encaminar nuevamente mis días, buscaba consejo en su recuerdo, en nuestro recuerdo, de ella y yo, de mi familia y yo, en cómo y el por qué yo quedé sólo, porque no me tocó a mí también ese destino. 

        Sentía que la locura se apoderaba de mí, ya no recordaba ni quién era, vivía en el pasado, en el recuerdo, perdía hasta lo que pensaba que no se podía perder; Muchos pensaban que yo era solamente un espíritu vagando. Me cansé de esa situación y al volver a mi pequeña cabaña sostuve mi daga, me puse mi mejor vestimenta, al sacudirlo del polvo, vi que cayó un pequeño pergamino, en él estaba escrito," Mi amor, hoy celebraremos no solamente que somos una familia de dos, sino que seremos tres, felicidades mi valeroso héroe, seremos padres y cuando leas esto estaremos camino al altar." me senté en el suelo y llorando salí sin rumbo a que suceda lo que tenga que suceder, me encaminé a mi destino. En mi mente se revivía una y otra vez el recuerdo de ella muriendo en mis manos:

       Era un día hermoso; en la mañana, ella escribía sus pergaminos mientras yo trabajaba la tierra, era nuestro día especial, nos desesperábamos por salir en la tarde a nuestro lugar secreto, era una bella y paradisiaca cascada escondida por enormes árboles en una cuenca, (en la noche suele verse la luna como una fiel testigo de nuestro amor), nos apresuramos, pues todo ya estaba listo, ella llevaba flores en el cabello, un vestido con encajes de plata y un collar que le regalé la primera vez que decidimos formar una familia de dos, se veía de ensueño, tan hermosa como la primera vez. En la noche mientras nos acorrucábamos en la pequeña playa que se formaba de la cascada, ella me decía, --tengo un mal presentimiento, vámonos--, debí hacerle caso, yo solamente la miraba y le decía el amor lo puede todo, nada nos separará. (que tontas palabras), no tardó en aparecer una persona asechándonos; nuestro lugar secreto era un punto de reunión de inteligencia de unos que alegaban luchar por una "guerra justa", nos ataron las manos y pies, éramos prisioneros, y esa misma noche fría de noviembre decidieron que "no debe haber testigos", planeaban acabar con nosotros, a lo cual intentamos crear una táctica para huir; desde luego, salió muy mal. Todo corría conforme al plan, ya nos habíamos soltado de los nudos y mientras dormían teníamos que escapar, no contábamos que tenían lobos que estaban atentos a nosotros y que despertarían a los guardias, tuvimos que pelear; por su puesto, perdimos. La tomaron a ella y dijeron, - aprenderás a respetar y le clavaron un puñal en el vientre, la euforia que desató en mi hizo que me soltase, agarré la misma daga y se las clavé en el corazón, todos yacían muertos al mismo tiempo que sostenía a mi amada entre mis brazos mientras me decía, -"Te veo al amanecer, mi amor". y ahí es donde perdí mi vida, todo se fue.

       Decidí que eso ya no sería así, planeaba hacer o forzar que mi destino se realice de una vez por todas, lo cual intentaría acabar con esta guerra. - Escribo este diario para que sea el único testigo que podrá contar mis palabras a los que jamás se atrevieron oirme. 

     - Hoy es una fría mañana de noviembre, y se cumplen 3 años de aquella vez, me encuentro a pies de una gran ciudadela, voy caminando hacía lo que llegaría a ser mi destino, mataré al artífice de esta guerra, si no escribo más, mi destino se habrá realizado y estaré feliz con ello. Hasta siempre mi querido lector. 

 "A quien llamaban Noctus, El de la noche", se lo encontró sin vida, por la Cruzada de Argenta; en una mano sostenía este diario, y en la otra, una daga manchada con sangre y una pequeña carta que decía, "Te veo al amanecer, mi amor", y al reverso decía, "Hoy nos encontraremos después de 3 años, fue la noche más larga, mi vida... Te amo"

"Hoy se encuentra en ese eterno sueño realizando su vida con su amada, logró su cometido. Se reencontró con ella."


 
Megalo

Elfo de la noche Pícaro 80
Antigüedad: 06/01/18
No tiene hermandad
Temas: 5

Meguro y Megalo (Fuerza de Hermanos)
1) El comienzo
 En Teldrassil 2 hermanos se mantenían entrenando a diario para convertirse en grandes guerreros Meguro el mayor se enfocaba en las artes del guerrero mientras que Megalo entrenaba para ser un pícaro aunque pensaban muy diferente eran muy unidos ambos planeaban unirse a la cruzada argenta para combatir contra la plaga.
Al pasar los años ya Meguro estaba listo para partir a Rasganorte pero Megalo en cambio no estaba preparado su maestro no le permitiría alistarse a la cruzada ya que su inmadurez le haría cometer alguna estupidez ya cual podría perjudicarlo a el y a los que lo acompañaran.
Meguro había esperado a su hermano ya por mucho tiempo pero ya no podría hacerlo así que decidió irse solo a Megalo no le gusto eso pero se esforzó para poder alcanzarlo
mientas que Megalo continuaba su entrenamiento Meguro estaba ganando un gran prestigio era conocido como el protector de la vanguardia renombre que se gano después te proteger la vanguardia de los incesantes ataques de los muertos vivientes.
mirando el oscuro cielo en una de las torres de de vigilancia Meguro se encontraba pensado ´´asi que hoy viene´´ mientras miraba el horizonte logro ver a los nuevos reclutas ansioso se acerco a la puerta principal 
al entrar los nuevos reclutas logro verlo después de tanto tiempo por fin su hermano había llegado
corriendo se acerca a el ¡Megalo! por fin llegas Megalo lo mira y dice ¿hermano? ¿realmente eres tu? 
jaja tan solo llevas 2 años sin verme y ya no me reconoces sabes me decepcionas yo reconocí apenas te vi
pero es que cambiaste mucho desde la ultima vez que te vi decía Megalo mientas lo examinaba de pies a cabeza 
bueno es cierto supongo que en la guerra se cambia mucho pero sigo siendo el mismo que era antes de llegar o eso creo dijo Meguro con una triste expresión
bueno hermano pero ya que llegue yo acá debes prepararte pues vine preparado para superarte en cualquier momento aunque tu digas que no cambiaste yo si lo e hecho 
claro claro pero te diré que la tienes difícil acá soy uno de los mayores defensores así que te deseo suerte mi pequeño hermano dijo Meguro mientras soltaba una pequeña carcajada 
bueno también te diré que aquí nos enfocamos solo en defender de los ataques de los muertos vivientes así que aparte de eso no hay mucho que hacer.
eso pensé dijo Megalo un tanto decepcionado 
pero justamente por eso pienso unirme al escuadrón de reconocimiento así me mantendré mas entretenido 
jaja justamente eso sabia que harías ven te presentare a alguien 
antes que nada pasemos a un lugar el cual te servirá para cuanto ganes algo de prestigio 
¡Hey! Alíocha como estas 
Meguro mi amigo como estas dijo Alíocha alegremente
estoy bien le respondió Meguro
y quien es tu pequeño amigo 
este es mi hermano menor 
Megalo el es mi amigo Alíocha Segard es el intendente de la cruzada el se encarga de vender las mejores piezas de armaduras y armas solo para aquellos que lo merecen así que esfuérzate y ven a verlo 
estaré ansioso de venderte mis mejores armas le dijo Alíocha
bueno nos retiramos mi amigo
mucha suerte Meguro signe protegiendo la vanguardia tan bien como siempre lo haces 
no hace falta que me lo digas siempre lo haré le respondió Meguro mientras se retiraban 
bueno hermano a el era quien te quería presentar es bueno que lo conozcas te ayudara mucho en su momento bueno deberías volver con los nuevos reclutas yo debo volver a hacer guardia nos veremos después
Dice no a cambiado mucho pero aun me sigue tratando como un niño pensó Megalo un tanto molesto
Pero que aburrido es esto como es posible que dejen a uno de los mejores paladines vigilando todo el día esto no es lo mio 
ya te estas quejando otra vez Talaryon somos los novatos siempre nos dejaran lo mas aburrido dijo Megalo 
pero Megalo acá no hacemos nada solo miramos se están perdiendo una buenas manos acá llevamos un mes desde que llegamos y solo nos mandan a vigilar acaso no te molesta
es mejor aguantar un tiempo posiblemente solo nos tienen a prueba y deberías dejar de decir eso a menos que quieras que el comandante Entari nos vuelva a castigar
aun no se como no te molesta esto Megalo sobretodo por que siempre estas bajo la sombra de tu hermano Talaryon se dio cuenta muy tarde de lo que había hecho
¡y quien dijo que estoy siempre bajo la sombra de mi hermano! solo por que haya logrado hacer algunas cosas en el tiempo que lleva acá no quiere decir que sea mejor que yo 
ya lamento haber dicho eso dijo Talaryon arrepentido de lo que dijo
Novatos el comandante los manda a llamar
ya vez nos escucharon dijo Megalo
pero acaso ese vejestorio tiene oídos en las paredes susurro Talaryon
bueno vayamos a recibir el castigo 
Lo que Megalo no sabia es que esa llamada cambiaría su destino y el de su hermano de una manera que no se podía imaginar.
Serenis

Elfa de la noche Druida 57
Antigüedad: 22/07/18
InMorttaL LegacY
Temas: 3

El camino de un inscriptor
Serenis una pequeña elfa de la noche la cual perseguía un pequeño sueño el sueño de se una gran inscriptora igual que su padre pasando por muchos problemas logra convertiste en druida pero sola mente por un simple propósito recolectar hierbas esa era su misión todo saben que un inscriptor necesita hierbas y con la demanda tan alta de estos nada mejor que farmearlos tu mismo después de completa sus estudios druidicos se dirige a dalaran allá conoce a un inscriptor el cual le enseña a cambio de hierbas aunque sabe que solo la estaban usando decide mantenerse así por un tiempo luego de un año abandona a su maestro y busca uno que realmente quiera enseñarle sabe que sera dificil pero mantienes la esperanza después de un tiempo conoce a un brujo llamado Gorion el cual le enseña aunque ella no sabia Gorion era amigo de su padre el le enseña todo lo que sabe aunque no era mucho le ayudara a conseguir su camino de inscriptora mas rápido Serenis sabe que no sera fácil pero mientas no abandone su sueño podrá lograrlo y aunque aun no sepa su destino es ser una de las mayores inscriptotas de azeroth.
Mosquetera

Draenei Maga 28
Antigüedad: 18/01/18
No tiene hermandad
Temas: 1

Amistad inolvidable
 
Por fin, cuarto día de práctica, inhalo y exhalo eficazmente, voy por el camino hacia Paramos de Poniente, veo a un gnomo cruzar a mi lado, me detengo volteando mientras el sigue su curso, pensé ¿Por qué ira a ese lugar? tendrá otro rumbo, yo ya tenía planes para este día.

Una espada era lo que cargaba entre mis manos, ya por la noche el cansancio era inevitable, me encogí de hombros y tome dirección a Villadorada poco más arriba del cementerio casi al llegar a una distancia corta observe al mismo sujeto, al pasar por su lado me hablo ¿Hola puedes ayudarme a entrenar?, tenía piel morena y pelo azul puntiagudo con una sonrisa amable acepte.

Le pregunté si estaba parado en el mismo lugar toda la mañana, me conto que no sabía a donde ir, yo nunca vi a alguien tan desorientado. Partimos hacia Montañas Crestagrana para realizar nuestras misiones, parecía una buena persona, el me cubría la espalda con sus hechizos mientras yo lo protegía de los posibles ataques, con nuestro arduo trabajo logramos vencer a los enemigos y con el paso del tiempo nos conocimos mejor, él se volvió más fuerte.

Durante los siguientes 2 meses nos hicimos los mejores amigos, llego el momento nos separamos y cada uno tomo su camino, no lo volví a ver en semanas.

Ya era casi media noche, me había llegado un correo al buzón, decía que fuera al frente de la subasta de Ventormenta, era él me dijo que me acercara, cerré los ojos extendí mis brazos, dejo caer una caja adornada de color rojo la abrí y contenía un sabroso chocolate, el grito ¡Celebremos Rosalindatx!, no me esperaba tal sorpresa en mi cumpleaños. Tenía un par de lágrimas corriendo bajo mis mejillas mientras agachaba mi cabeza, fue hermoso ese día, yendo al bosque nos despedimos para volver a vernos mañana.

El nunca regreso, ya pasaron más de 5 años desde la última vez que conversamos, y solo voy al mismo lugar todos los días para poder verte una vez mi gran y querido amigo Eliamz.
Silfo

Elfo de sangre Pícaro 80
Antigüedad: 21/11/13
Crips
Temas: 11

                                                          Sobrevivientes

A veces el destino te pone en situaciones totalmente distintas a las que tenías planeado, en lo que debía ser un tranquilo viaje al Puerto Moa'ki, se ha convertido en una pelea a muerte contra un terrible magnatauro.
Ya había logrado esquivar dos golpes del terrible monstruo que tenía frente a mí, mi compañero de armas Akoliwar había recibido un fuerte golpe que logro bloquear exitosamente con su escudo, pero que a pesar de eso, mi compañero había sido herido debido a la fuerza del magnatauro.
Akoliwar con un poco de dificultad se puso de pie y el magnatauro lo noto, se volteo cambiando su objetivo, sabía que tenía que llamar la atención antes que volviera a arremeter contra mi amigo, con arma en mano el bestia avanzo hacia el guerrero, velozmente me dirigí contra la bestia que me daba la espalda, lanzando mi cuchilla a su cara, el gigante logro bloquearlo con su brazo, antes de que pudiera reaccionar logre acercarme y con mi daga derecha hacerle un leve corte en el rostro y patear su tórax para alejarme lo más que podía de él, nuevamente tenía toda la atención del magnatauro que ahora irradiaba una ira.
El magnatauro bramo ferozmente y abalanzó una vez más en contra mía, mis movimientos eran mucho más rápidos que la enorme bestia que tenía frente a mí y nuevamente logre esquivarlo, podía ver mi aliento debido al frio, mis manos sujetaban con fuerza mis dagas listas para atacar, pero necesitaba hallar el momento perfecto para atacar. El magnatauro volvió a cargar contra mí, pero antes siquiera de avanzar 5 pasos fue golpeado con mucha fuerza por Akoliwar, ese era el momento.
Me lance contra el magnatauro que había quedado desorientado, su reacción me sorprendió y lanzo un fuerte golpe que por muy poco logre esquivar, usando su propio brazo para impulsarme hacia su cuello y con mis dagas en mis manos alcance su cuello haciéndole un profundo corte, la bestia no se rindió y con su otro brazo logro sujetarme y lanzarme varios metros, afortunadamente la nieve logro amortiguar mi caída.
El magnatauro volvió a su mirada contra mí y se preparó para cargar, una gran cantidad de sangre brotaba de su cuello, aun así, la bestia no se rendía, Akoliwar se puso frente a mí con su enorme escudo listo para frenarlo, la bestia volvió a avanzar, pero tras unos pasos se desplomo en el suelo, finalmente estaba muerto.
-Silfo estas bien? -pregunto Akoliwar.
-Sí, la nieve fue una valiosa amiga hoy, ¿usted amigo está bien?  - pregunte al tuskarr que se encontraba escondido detrás de unos árboles.
El tuskarr salió de su escondite aliviado, cargaba consigo una pesada mochila y aunque el peligro ya había pasado, aún tenía un semblante pálido.
-Muchas gracias a ambos, me salvaron la vida- exclamo agradecidamente- mi nombre es Karuk, me dirigía al Puerto Moa'ki cuando esa bestia apareció e intento matarme, lo hubiera logrado si no hubieran aparecido ustedes.
-Yo soy Akoliwar y él es Silfo- contesto cortésmente el tauren.
-Pues el destino quiso que pasáramos por aquí justo ahora- respondí.
-Así es, de hecho, también nos dirigimos al Puerto Moa'ki- adhirió Akoliwar.
-Pues entonces vayamos, así les podre dar una buena recompensa cuando lleguemos.
-Avancemos entonces que tampoco podemos demorar mucho, en la noche debemos estar en la Vanguardia Kor`Kron de nuevo- respondí.
Comenzamos a movernos, el tuskkar se fue adelante mientras que Akoliwar y yo lo seguimos unos cuantos pasos detrás.
-Ah ya quiero llegar, tengo tantas ganas de contarle al jefe de como un elfo y un Taunka me salvaron la vida- dijo muy animado Karuk.
-De hecho, no soy un Taunka, soy un Tauren- corrigió Akoliwar.
-Ah lo siento, es que se parecen bastante- añadió Karuk mientras se reía.
-Eso no es racista? - me pregunto Akoliwar muy despacio.
-No creo, es que simplemente en este continente no han visto muchos taurens como para poder diferenciarlos- respondi.
-Pero no entiendo que hacen juntos, pensé que los taurens y los elfos de noche eran de dos facciones rivales- pregunto Karuk.
-Eh bueno tal vez si sea un poco racista- le dije a Akoliwar despacio.
Caminando sin mucha prisa debido a lo cansado que habíamos quedado después de la batalla demoramos poco más de una hora en llegar al Puerto Moa'ki, aun desde ahí se podía ver con claridad el majestuoso Templo del Reposo del Dragón, el centro de todo cementerio de dragones.
Al llegar al puerto Karuk nos dirigió a la taberna y pidió al tabernero que nos sirviera todo lo quisiéramos que el pronto volvería para cancelar, se despidió momentáneamente pues tenía que encontrarse con el gran jefe de los Tuskarr para ponerlo al tanto de su viaje.
Al entrar a la taberna solo había 3 mesas y 2 de ellas estaban llenas, la última que estaba en el fondo parecía vacía, le hice un ademan a Akoliwar señalándole la mesa y nos dirigimos a ella, al llegar nos dimos una gran sorpresa al encontrar un pequeño gnomo en esta.
Pequeño como los demás, con poco cabello en la cabeza y con unos de esos bigotes retorcidos, se encontraba leyendo un libro y tenía una cerveza en su mano derecha, al lado apoyado a la pared había un bastón de hechicero.
-Con permiso- dijo Akoliwar mientras nos sentábamos.
El gnomo no respondió, pero si movió la cabeza asintiendo.
Al momento de sentarnos nos estiramos un poco y nos relajamos, si bien el viaje desde la Vanguardia Kor`Kron no había sido largo, el combate nos tenía demasiados agotados, el tabernero se acercó a nosotros y nos dejó una gran jarra de cerveza acompañada de dos vasos.
-Adoro este continente, la bebida siempre esta fría- dije mientras servía el trago.
-Pues sí, pero las noches son muy frías- respondió Akoliwar- y dicen que Corona de Hielo es peor.
-Bueno no todo puede ser perfecto- espete.
-Te parece perfecto este continente donde estamos siendo atacados día y noche por ejércitos de no-muertos?
-No puedo creer que tengas esa actitud mientras tomas una buena cerveza y gratis- respondi animadamente- recuerda que salimos muy temprano hoy para venir justamente acá para probar esta buena cerveza y la estamos tomando y es gratis!
-Sí, pero también recuerdo que antes de llegar acá nos agarramos a trompadas con un enorme magnatauro que pudo habernos matado- contraataco Akoliwar.
-Sabes, creo que solo quieres arruinarme la bebida- respondi sonriendo intentando tranquilizarlo.
-No creo que fuera buena idea que vengamos, mañana es un día muy importante y venir hasta acá por cerveza se me hace que es arriesgarnos, te dije que si querías tomar, en las bodegas de la Vanguardia hay mucho licor.
-Pero necesitaba tomar algo diferente, además, ¿acaso esta cerveza no está muy buena?  - pregunte.
-Si la verdad sabe muy bien- respondió Akoliwar- salud!
Chocamos vasos, mire al gnomo que seguía muy entretenido con su libro de hechizos, dentro de mi sabía que debía dejarlo tranquilo con su lectura, pero yo era demasiado idiota como para dejarlo tranquilo realmente.
-Oye como era el chiste que me contaste el otro día? - le pregunte a Akoliwar.
-Ah cual te refieres?
-Al de Naxxramas- respondi animándolo a contarlo.
-Ah jajaja- comenzó el enorme tauren a reír- si ya me acuerdo, ¿por qué vuela Naxxramas?
-No sé, ¿dime por qué?  - respondi aguantándome la risa.
-Porque tiene 4 alas!
Ambos comenzamos a reír a carcajadas, algunos que estaban en las otras mesas igual comenzaron a reír, pero el hechicero ni se inmuta, mientras nos comenzábamos a calmar vi como efectivamente el gnomo seguía centrado en su lectura.
-Pues yo me se otro- dije.
-Cuéntalo entonces- respondió el tauren.
Antes de comenzar tome un trago y me aclare la garganta, Akoliwar esperaba animado al lado de mí.
- ¿Por qué los gnomos están siempre sonriendo? - pregunte muy animado mientras la expresión de Akoliwar cambiaba y aunque no veía directamente al gnomo, sentía que estaba prestando atención.
-Eh no se…… por qué? - pregunto Akoliwar haciéndome un gesto de precaución con lo que fuera a decir.
-Porque hasta la hierba les roza los……….
Antes que pudiera terminar un fuerte golpe azoto la mesa, era el gnomo que golpeó fuertemente con su bastón la mesa mientras me apuntaba con el bastón que estaba a escasos centímetros de mi rostro.
-Ni se te ocurra contar ese chiste- dijo el gnomo muy serio.
-Está bien- respondi sonriendo con las manos hacia atrás- no hay por qué ponernos violentos.
-Tranquilízate amigo, solo es un chiste malo, mi amigo es un poco idiota- dijo Akoliwar intentando calmar al gnomo.
-Ya me di cuenta- respondió el gnomo mientras daba el último trago a su cerveza y cerraba su libro.
-Supongo que vienes para el evento de mañana en la puerta de….
-No, yo solo estoy de pasada, debo irme de inmediato al torneo Argenta, el alto señor Tirion Vadin necesita de mis poderosos servicios- dijo el gnomo interrumpiéndome.
Tanto Akoliwar y yo nos miramos, el gnomo parecía muy serio al momento de decir eso, salió de su lugar en la mesa tropezando y cayendo al piso de una manera muy jocosa.
-Es natural que ustedes no sepan quién soy yo, pero pronto escucharán de mi- agrego el gnomo mientras se dirigía a la salida- pronto todos conocerán el poder de Wilfred Chispobang amo de la invocación!
Así el pequeño gnomo exclamo mientras se retiraba tropezando esta vez su enorme bastón con la parte superior del marco de la entrada de la taberna.
-Es un poco torpe, ¿crees que le ira bien?  - pregunto Akoliwar.
-Estoy seguro que le ira muuuuuy bien.
Pero no le fue, en el evento termino invocando un demonio mucho más poderoso de lo que podía controlar y termino por ser liquidado por ese demonio.
-Nosotros debemos irnos- dijo Akoliwar.
-Cierto, si comienza a oscurecer será un problema.
Tomamos nuestras armas y nos levantamos, agradecimos al tabernero y justo al salir nos encontramos con Karuk.
-Acaso ya se van? - pregunto Karuk
-Así es, mañana tenemos mucho que hacer y no queremos que la noche nos alcance- conteste.
-Bueno Silfo y Akoliwar, les agradezco nuevamente y les deseo mucha suerte- dijo mostrando estar muy agradecido el tuskarr.
Nos despedimos cortésmente y emprendimos nuestro regreso a la Vanguardia, el sol comenzaba a ocultarse y una pequeña cantidad de nieve caía.
A pesar de lo lejos que estábamos, podía divisar la ciudadela corona de hielo o al menos la parte trasera de ella, mañana sería un día decisivo para detener al Rey Exánime y teníamos que estar listos.
-Crees que Dranosh estará listo para lo de mañana- pregunto Akoliwar.
-Pero claro que sí, su padre, el señor supremo Varok Colmillosaurio le ha enseñado bien- respondi confiado- Sabes, me quede con ganas de tomar más.
-Yo igual- Respondió el tauren- tal vez podamos tomar un vasito de las bodegas no Silfo?
-Sí, un vasito no nos caería mal- asentí.
-Crees que mañana saldrá todo bien? - pregunto
-Yo creo que mañana todo saldrá bien….
Pero no lo fue, al inicio del ataque salió el Rey Exánime y lo primero que hizo fue cargarse a Dranosh, de ahí un ataque de unos renegados rebeldes mataron a gran parte de los ejércitos de la horda y alianza e intentaron cargarse al Rey Exánime, pero este se retiró antes y finalmente unos dragones terminaron por quemar toda la zona.
A nosotros no nos pasó nada, terminamos emborrachándonos en las bodegas de la Vanguardia y estábamos tan mal al día siguiente que no pudimos participar de la batalla, nos condecoraron y ascendieron de rango porque pensaron que éramos sobrevivientes de la batalla de la puerta de la cólera.
A veces el destino te pone en situaciones totalmente distintas a las que tenías planeado, en lo que debía ser una muerte en batalla se convirtió en una resaca terrible y una condecoración.



Por si no recuerdan lo que sucedio en la puerta de la Cólera ->https://www.youtube.com/watch?v=1UCwAzs4sZo
 
Viseryz

Elfo de sangre Sacerdote 1
Antigüedad: 26/01/18
No tiene hermandad
Temas: 80

Capitulo 2  
                                               "Lagrimas De Sangre"
Había terminado una batalla entre la Horda y la Alianza. Un lugar que se había conocido antes como el desierto de Tanaris, ante los ojos de Rhaegar solo se observaba pequeños ríos de sangre a su alrededor tal si fueran las venas de la misma tierra. Partes de metales incrustados en la misma, que en algún momento fueron el único ángel que protegía a un hombre, por el cual ahora hay una familia anhelando un regreso que nunca más volverán a ver, carroñeros devorando a los primeros valientes caídos, cegando sus almas y profanando su honor.
Era momento de volver a casa....
Pasaron los días, la gente se reunía en el centro de Orgrimar para escuchar el anuncio del jefe de guerra.
Gritando apareció desde una torre:  ¡¡¡Es momento de festejar una victoria más!!! Rhaegar estaba en primera fila entre la multitud cuando de la nada se escuchó caer una pesada hacha de batalla a los pies del mismo Garrosh.
Rhaegar dijo: ¡alardeas victoria! ¡Hablas de festejos! Cuando ni siquiera puedes contar el número de muertos de causaron tus órdenes necio orco!
Garrosh, no permitió esta falta de respeto frente a su pueblo y de inmediato lo mando apresar, torturándolo, el castigo fue severo y aterrador incluso para los soldados que obedecían. Rhaegar era uno de los pocos guerreros entre la horda que tenía el título del Gran Señor de la Guerra.
Mucho tiempo después, sanado sus heridas, lo reclutaron para enfrentar una terrible amenaza que estaba azotando a Azeroth.
El objetivo....
Acabar con un rey traidor devorador de almas y profanador de cuerpos, ladrón de objetos malditos, asesino de su misma sangre y su hogar propio que ahora gobierna los baldíos helados de Rasganorte.
El Rey Exánime, conocido antes como Arthas Menethil, Principe de Lordaeron. “El reino caido”
Los prisioneros incluyendo a Rhaegar fueron enviados a las tierras baldías de Rasganorte
Incluso allí las batallas entre la horda y la alianza no cesaban ni se unían por un bien común ante una terrible amenaza que podría destruir a ambos bandos
Rhaegar estaba Marchando junto a sus nuevos compañeros de guerra cuando entonces el jefe de guerra Thrall lo vio y de inmediato ordeno que venga a conversar con el.
¿Pregunto, qué hacía entre los prisioneros que fueron traídos para una muerte segura en primera fila de las puertas de cólera?
Rhaegar la había contado todo y cómo fue que terminó allí
Thrall no podía quitar autoridad sobre la orden que Garrosh le había puesto, y lo único que le dijo fue si quería volver a ver a su familia tendría que pelear contra la misma muerte en estas tierras heladas.
Con cuerpos caminando sin vida y sin alma que alguna vez fueron sus enemigos o hermanos de batalla convertidos en fieles sirvientes del innombrable.
Thrall nombro comandante de un ejercito que estaba dirigido hacia las puertas de colera.
Marchando con su ejército el gran señor de la guerra desde tundra boreal, fueron interceptados por una legión de la alianza.
Una batalla mas.
Comenzó a temblar otra vez el suelo con la marcha estrepitosa de hombres quienes venían hacia nosotros, matar y morir por órdenes (pensó Rhaegar)
Entre tantos, Rhaegar vio caer a un soldado aliado, quien se batía contra el guerrero más conocido como “El empalador”
Cayendo y herido de muerte miró a los ojos de Rhaegar, el mismo era su primogénito, enloquecido exploto el animal que tenía dentro.
La rabia lo dominó, una vez más soltó su hacha y corriendo se lanzó contra el asesino de su hijo, no pudiendo defenderse, Rhaegar lo estaba matando a golpes y mordidas, una furia desenfrenada se apodero del poderoso orco, una bestia.
Cuando el asesino ya estaba totalmente destrozado, Rhaegar escuchó una voz suave titubeante.
"Padre perdón por fallarte", Rhaegar calmo su furia y fue por su hijo, sosteniéndolo entre sus brazos le pregunto.
Rhaegar: ¿Qué haces aquí hijo mío?
entonces su hijo exclamo.
Cuando supe que reclutaron a los prisioneros, supe que era la única oportunidad de volver a verte y a la vez pelear a lado del gran guerrero que todo mundo decía que eras. Cuidando a mi familia.
Fueron las ultimas palabras de su hijo, llorando Rhaegar pronuncio. “te has ganado la muerte de un guerrero hijo mío, con honor hasta el final”
El veterano Tauren vio el triste suceso, acercándose puso su mano en el hombro del dolido padre y dijo. tu hijo murió con honor, el buscaba defender la vida, su familia, su pueblo y a su mismo padre. el dispuesto a mancharse las manos, pues es la misma razón por la que un Guerrero se llena de sangre ajena el rostro como si fueran lágrimas de sangre.

Esto continuará.
 
 
Sairyh

Troll Cazadora 80
Antigüedad: 30/07/19
No tiene hermandad
Temas: 1

 
SUEÑOS
 
Guerrera, tienes una misión, debes salvar a Tirion Vadín ¿estás preparada para el reto?
 
Esa es la notificación que recibo a diario en Facebook, estoy cansada de ella, es que nadie más se acuerda de mí, ¿por qué esa notificación es lo primero que debo ver en esa maldita red social?, ¡por centésima vez! ¡No quiero jugar!
Soy una estudiante de Literatura en una de las mejores universidades del país. A lo largo de mi vida he soñado en hacer aquellas cosas que otras personas no han logrado realizar por más difíciles e imposibles que parezcan. Pero este es el peor día de mi vida, Camilo, el chico que me gustaba desde hace 3 años decidió fijarse en alguien más.
 
Después de un día cansado solo quiero dormir, pero uno de mis amigos me escribe, me propone jugar “Wow” que estaba en el clímax de la fama, todos hablaban de ese nuevo juego de aventuras y acción, no estoy interesada pero la insistencia es muy alta y mi amigo no me deja en paz, me dio toda una sinopsis del juego, me tenía harta tanta palabrería. No tuve más opción y acepté.
 
“Word of Warcraft”
 
Cree la cuenta, descargué el juego y me encontré con un rótulo, la pantalla se iluminó y el rostro de un orco apareció en el monitor:


 
“Bienvenido a Orgrimar, guerrero, ¡Tirion Vadín está en peligro, el Rey Exánime envió a la plaga a destruir Azeroth, el camino está lleno de salvajes misiones, ¡estás preparado para el reto!! Vive o muere en el intento !
 
 
El nombre de usuario que elegí es Sairyh, después de una larga búsqueda en papi Google me pareció bonito tomar prestadas algunas palabras del kichwa. Ahora bien, es el momento de levear e intentar hacer historia. Tengo un ensayo pendiente, pero Pablo Palacio puede esperar, es hora de completar la segunda misión. Voy directo a la carpeta donde está el juego y abro sesión, la pantalla se ilumina, sale el orco que me recibió la noche anterior pero un apagón arruina toda la emoción, estoy a oscuras y no sé qué hacer, el sueño quiere dominarme, lucho contra mis instintos para no cerrar los ojos y casi lo logro, pero me venció.  Abro mis párpados, siento la cabeza pesada y un dolor del cuerpo me azota, despierto desorientada, me levanto, pero no sé dónde estoy, lo único que veo son unas ventanas que reflejan cierta claridad, estoy en un cuarto vacío.
Me dirijo hacia una salida, una luz encandila mis ojos, mis reflejos levantan mi mano derecha cubriendo mis ojos, poco a poco voy visualizando el origen de la irradiación, mis pies se mueven, mis párpados se abren y veo una ciudad inmensa, muchos orcos, trolls, no muertos, tauren y elfos caminan por aquí, me acerco a lo que parece un guardia y me dice

 
“BIENVENIDA A ORGRIMAR”
 
Estoy dentro del juego.
No puede ser cierto, es imposible que esté ahí, me quedo con la boca abierta tratando de comprender como llegué a este lugar, pienso que puede ser un sueño, cierro lo ojos y espero unos segundos, tengo la esperanza que en el momento en que los abra estaré en mi cuarto. Esos segundos se hacen demasiado largos, jamás sentí tanto miedo, lentamente levanto mis párpados, pero sigo aquí.
Ya han pasado diez minutos desde que empecé a caminar, en el trayecto recuerdo la primera vez que jugué, el lugar donde se desarrolló la primera misión fue un poblado pequeño ubicado en “Durotar”. Estoy en la ciudad orco, pero ¿qué hago? Necesito respuestas y ya se dónde ir.
Llego al pórtico del Valle de los Retos, mis ojos se mueven rápido, debo encontrar a Kaltunk, el orco que me dio la bienvenida al juego, escucho algunos pasos, busco el lugar de donde proviene el sonido, son dos figuras las que se acercan, pero no puedo diferenciarlos completamente, noto que caminan hacia mí, sus pasos dejan de ser lentos y empiezan a correr. Son dos usuarios más, están muy agitados y al igual que yo, asustados.
Dalí y Robín son los nombres de estos dos muchachos, su historia es igual a la mía, debieron aparecer después que yo salí, por eso no los vi llegar. Mientras converso con ellos vi a Kaltunk pasar a unos cuantos metros de ahí, grité: ¡Kaltunk!
El orco giro su enorme cuerpo, y sus ojos ven los míos:
- ¡Guerrera! ­ ¿Qué haces aquí? ­
- Kaltunk, por favor debes ayudarnos, tenemos que salir de este lugar.
- ¿Salir? ¿Dónde?
-El juego nos absorbió Kaltunk, no pertenecemos a Wow.
-Yo no entiendo de que hablas, pero si quieres hacer un cambio debes salvar a Tirion Vadín.
-Tirion Vadín, y él cómo nos ayudará
-Debes salvarlo guerrera, corremos peligro, el Rey Exánime destruirá todo Azeroth y debes ayudar al paladín. Él sabrá qué hacer.
 
Okey, se supone que si sigo la historia del juego podré salir, todo es cuestión de salvar a Vadín, pero para eso debo cumplir las misiones restantes, si me uno a Dalí y Robin tal vez lo logremos.
Pienso que haber hecho equipo con estos dos muchachos fue una buena decisión, aunque tenemos nuestras diferencias las manejamos bien. Cumplimos una misión tras otras, fue difícil llegar a Rasganorte pero estábamos cerca de la meta. En el camino nos encontramos con otros jugadores, fuimos a mazmorras y luchamos contra los alianzas. Ya no estaba tan asustada como antes, pero me seguía preocupando el hecho de salir de aquí, se acercaba la última misión, la Ciudadela de Corona de Hielo nos esperaba.
Llegamos a Dalaran, Forestal Oscura Vorel nos dio el paso a Corona de Hielo, era el momento de unirnos a la reina alma en pena.

Misión:
Guerreros, han llegado a la ruta final, su coraje los ha traído hasta aquí, el mapa les indicará donde se encuentra Tirion Vadín, prepárense para una lucha feroz, llenen sus mochilas con todas las herramientas que necesiten y vayan por él. Nuestro destino está en sus manos.
 
Estábamos conscientes de la dura misión a la que nos íbamos a enfrentar, pero en nuestras mentes no podía caber otra cosa que no sea salvar a Azeroth. Iniciamos el recorrido, Dalí caminaba primero, Robín siempre preocupado iba un par de metros más atrás, lenta y silenciosamente recorríamos el camino, su obsesión por no hacer ruido provocaba que escuchen voces, es como si las rocas nos susurraban. El sol comenzaba a ponerse y los colores del crepúsculo tornaban sus miradas de color rojizo, Dalí tenía cara de asustado, temía que en la oscuridad tomemos la ruta equivoca y vayamos directo a las armas poderosas de los guardianes del Rey Exánime, eran 3 contra quien sabe cuántos, la única esperanza era poder encontrarlos durmiendo y con rapidez darles de baja antes que despierten.
En su mente el plan salía perfecto, ahora debíamos ponerlo en acción, el tiempo pasaba, estábamos cansados de caminar, Dalí empezó a decir que nos perdidos, pero Robín lo interrumpió, con su dedo señalo un punto, los dos seguimos la dirección y visualizamos el pórtico, era una fortaleza, pero no cualquier fortaleza, ahí nos esperaba Vadín. Dalí y yo caminamos unos cuantos pasos, pero faltaba un miembro, espere a que Robín nos alcanzara para tomar una decisión juntos, todo estaba muy silencioso, nos acercamos un poco más hasta que observamos algo, miles de no muertos cuidaban la entrada a ICC, al fondo una puerta, seguramente el paladín estaba ahí. Con todo el coraje que teníamos atravesamos el pasillo de la ciudadela, un viento helado recorrió nuestras venas, una puerta gigante con un rostro muerto nos dio la bienvenida, era demasiado tarde para retroceder, era el momento de entrar. Vimos a Tirion de pie, nos alegramos por un momento, pero nuestros ojos se fijaron en los necrófagos que vigilaban concentradamente su presencia, en el techo reposaban dos bestias más, parecían estar listas para atacar al primer movimiento. La situación se complicaba, entonces me quedé pensativa un rato, lo que íbamos a hacer era una odisea, pero tampoco había opción. Entonces se me ocurrió una gran idea, regresé a ver a mis compañeros para comentarles, pero solo estaba Robín, le pregunté:
- ¿Dónde está Dalí? Solo supo decir: -huyó hacia el este, dijo que prefería quedarse en ese lugar antes de ser devorado por esas criaturas.
Pensé en rendirme, pero no, el líder de la Mano de Plata estaba justo en frente teníamos que luchar, convencí a Robín de que ganaríamos la batalla, ellos tienen sus armas, pero nosotros también, la diferencia era que nosotros atacaríamos con inteligencia, apuntaremos con la mente y dispararemos con el corazón. Un poco retórico pero lo importante era convencer a mi amigo que venceremos en esta guerra.
Y así fue, atacamos juntos, tomándolos por sorpresa neutralizamos a los dos necrófagos que vigilaban fuera, aunque esto alarmó de inmediato al resto. Luchamos hombro con hombro con Robín, matamos a tres de ellos, Robín estaba herido, le habían fisurado una extremidad mientras yo resistía a los ataques, posteriormente solo peleaba a la deriva, por momentos olvidaba lo que hacía, noté a Tirion mandar a sus tropas a nuestro rescate, en ese instante regresé la mirada y vi como Robín daba los últimos gritos mientras uno de esos caníbales devoraba sus piernas, el sueño de Robín había llegado a su fin.
Ahora solo quedaba yo, restaban como dos bestias por vencer, pero eran dos contra uno, y no me quedaban muchas energías, perdí la mitad de mis armas, mi pet estaba herida y aunque no desistí sabía que en cualquier momento podría recibir el golpe final y morir.
 
Cuando me preparaba para atacar a uno de los enemigos, sentí que volé un par de metros y aterricé boca abajo, rápidamente me di la vuelta, pero solo vi como el robusto necrófago abría una enorme boca. Pensé que eran mis últimos momentos, grité ¡Lok'tar ogar! tratando de intimidar al enemigo, cerré los ojos pero el enorme animal se desmayó encima de mí, intenté escapar pero era muy pesado, por lo que me moví hasta soltarme, observe a mi alrededor, ahí estaba la otra bestia muerta a un par de metros de mí, entonces no supe que ocurrió y mientras intentaba pensar en una solución alguien tocó mi hombro por detrás, inmediatamente regrese a ver de quien se trataba y vaya sorpresa; ¡era Dalí! Era quien se había escapado por temor, quise darle las gracias, pero solo sentí el golpe de mi cuerpo cayendo al piso. Ya sin energías vi como mi “salvador” me amarraba las piernas y las manos, me arrastro al lugar donde se encontraba Lord Tuetano, iba a entregarme. En ese trayecto solo había espacio para pensar en la traición, Dalí había regresado únicamente a ver si completábamos la misión, y de ser el caso; aprovecharse del cansancio y darme de baja en ese instante, con la finalidad de convertirse en el único héroe.
Era la ocasión más triste de mi vida, vi como el sueño tan anhelado se esfumaba justo en frente de mis ojos, pero la rabia también me inundaba, Vadín que observó toda la lucha intentaba salvarme, pero no lo logró, el ejército de Tuetano seguía en pie, por cada uno que mataba salían dos. Una vez adentro empezó a golpearme, tenía claro que poco o nada podía hacer al respecto, empecé a percibir los últimos instantes de mi vida, cada golpe era más fuerte, con los ojos entreabiertos veía como el paladín se acercaba, agarró la crematoria para acabar con Dalí, pero yo ya estaba agonizando. Al final logro entrar y sentí como el traidor cayó sobre mí, el choque de su cuerpo contra el mío me recordó al momento que fingió salvarme. Finalmente, cumplí con la misión de enlistarme con Tirion pero no lo salvé del Rey Exánime. Mientras cerraba mis ojos mi corazón dejaba lentamente de latir, sentí como en el monitor del juego se cerraba y la oscuridad caía sobre mí.


FIN
Kodokor

Orco Guerrero 80
Antigüedad: 24/09/16
No tiene hermandad
Temas: 29

Solía usar la magia para proteger a los indefensos, yo nunca pedí esto, pero  aquí me encuentro, en una pelea de vida o muerte frente a mi hermano.
  Mi nombre es Zekyon un elfo de sangre que perdio su hogar en la masacre de Quel'Thalas, mi maestro fue un mago retirado que me habia encontrado herido cuando logré huír de los muertos de la plaga. Yo era un niño al que le encantaba el conocimiento y la magia, disfrutaba leer cada libro y sonreía al hacerlo, en cierto sentido entendía el porqué  nuestra raza es adicta a la magia. Pasé muchos años de mi vida estudiando la magia, me convertí en mago del Kirin Tor impulsado por 2 objetivos:saciar mi sed de magia y evitar que vuelvan a ocurrir tragedias como la que me tocó vivir. Aún así seguía sintiendo un vacío en mi corazón. Cuando mi maestro me comentó que Astinox mi hermano menor sobrevivió a aquella tragedia, sentí como gotas de lluvia que aplacaban las llamas que consumían mi corazón, ahora tenía un propósito más, encontrarlo. Tuve que dejar el Kirin Tor para poder buscarlo.
   Cuando por fin lo encontré durante una misión en Valle Sombraluna, ya no era el Astinox que conocí, en mis ojos ví a un brujo totalmente consumido por la energía vil, intenté razonar con él pero ya era demasiado tarde, su alma se había corrompido por completo. Solo tenía una opción, detenerlo. Ahora, casi sin maná, sin fuerzas ni aliento, concentré todo de mí en el último hechizo y mi hermano lanzó el suyo. Astinox cayó al suelo, mi explosión arcana impactó primero en su cuerpo impidiéndole acertar el suyo. Ya agonizando en mis brazos,con lágrimas en sus ojos agradeciéndome y disculpándose, su alma por fin estaba libre. Como última voluntad me pidió: que nunca me rinda, que luche por un Azeroth donde la plaga ya no vuelva a causar mas sufrimiento. Ahora solo me queda cumplir la voluntad de mi hermano, y asi será, lucharé por ese Azeroth que tanto quisiste, solo así podré recordarte y tendré fuerzas y las agallas para no rendirme nunca.
Nightheda

Elfa de sangre Sacerdotisa 1
Antigüedad: 16/08/18
No tiene hermandad
Equipo: Ex-Mjs
Temas: 48



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