Pozo de la eternidad es la segunda de las mazmorras del parche 4.3, situada en las Cavernas del tiempo.
Hace diez mil años, la capital de los elfos de la noche, Zin-Azshari, era una metrópolis espléndida y llena de vida.
Estaba situada a las orillas del Pozo de la Eternidad, y fue el lugar elegido por los Altonato para abrir su primer portal al Vacío Abisal e invitar a la Legión Ardiente a invadir Azeroth.
Bajo las órdenes de la reina Azshara, ahora los Altonato vierten su energía al portal, como preparación para la terrorífica y gloriosa entrada del titán Sargeras.
Tras haber ayudado a Nozdormu a recuperar al acceso al pasado, os teletransportará al Palacio de Azshara donde seréis testigos directos de uno de los sucesos más catastróficos de la guerra de los Ancestros, que tuvo lugar hace 10.000 años.
Ayudaréis a unos jóvenes Tyrande e Illidan a luchar contra los Altonato y la Legión Ardiente y os háreis con el Alma de Dragón que se alza sobre el Pozo.
Pero para recuperarla, tendréis que derrotar antes a varios letales enemigos, porque los magos más poderosos de Azshara están inmersos en rituales y vierten su energía mágica a las turbulentas profundidades del Pozo.
Al entrar en la mazmorra, seremos transformados en elfos de la noche. Allí encontraremos a Nozdormu y avanzaremos luchando contra demonios de la Legión Ardiente y nos encontraremos con Illidan Tempestira que será nuestro primer acompañante en esta aventura.
Si hablamos con él, nos ayudará con su visión a encontrar y derrotar a nuestros próximos oponentes y a encontrar y destruír los cristales demoníacos que cerrarán los portales. Una vez todos estén cerrados, nos encontraremos con el primer jefe:
Peroth’arn
Como maestro de la magia maligna y receptor de la maldición de los sátiros, Peroth’arn se alza en el exterior del palacio de Azshara para defender a la Legión Ardiente, listo para destruir a aquellos que pretendan interrumpir la entrada a Azeroth del titán oscuro, Sargeras.
Tras cerrar los portales demoníacos, Peroth’arn aparecerá en el centro del Patio de las luces.
Illidan nos avisará de su llegada para que nos preparemos para el combate.
Será un encuentro de dos fases.
En la primera, habrá que esquivar los círculos de llamas viles que aparecerán debajo de un jugador aleatorio.
Una vez que el jefe esté al 60% de vida empezará la transición a segunda fase, haciendo daño de área a todos los miembros del grupo.
Peroth’arn se volverá invisible después de la transición y aparecerá un grupo de ojos.
Podéis ocultaros detrás de los pilares de la plaza para que los ojos no os vean, y después de 40 segundos Peroth’arn reaparecerá significativamente debilitado.
Si alguien es visto por un ojo, Peroth’arn aparecerá de golpe y aturdirá a los jugadores vistos, adquiriendo velocidad de ataque.
Al 25% de vida, Peroth’arn entrará en frenesí pero aguantará con menos fuerza vuestros golpes.
Tras este primer encuentro, Illidan nos dejará y ascenderemos las escaleras hasta llegar al Palacio de Azshara, dónde nos enfrentaremos a ojos demoníacos y guardias de la reina, hasta llegar a la reina, rodeada de poderosos magos.
Azshara
Los cánticos sobre la belleza, la majestuosidad y el poder de la reina Azshara son innumerables, pero fue su vanidad la que llevó a los Altonatos a invocar a la Legión Ardiente.
Ahora supervisa cómo sus magi de mayor confianza activan el portal por el que harán que Sargeras acceda a Azeroth; sin preocuparle que la llegada del titán oscuro suponga la muerte de multitud de sus servidores.
Al empezar el combate, dos de los magos se activarán y debéis eliminarlos rápidamente.
Después de un tiempo determinado o después de que muera uno de los magos activados se activarán dos más, así que deberéis tratar de matar los dos que están al activos al mismo tiempo.
Los magos saldrán con las tres ramas de talentos de los magos y usarán sus habilidades respectivas dependiendo de su escuela de magia.
En ocasiones, durante el encuentro, Azshara empezará a canalizar durante 8 segundos una habilidad llamada Obediencia Total, que controlará a los miembros del grupo durante 20 segundos, es muy importante cortar su casteo.
Tras vencerla, subiremos a lomos de un dragón, que nos llevará a las Orillas del pozo, donde nos encontraremos con Malfurion , Illidan y Tyrande .
Con su ayuda, derrotaremos a los últimos jefes.
Varo'then y Mannoroth
Tanto Tyrande como Illidan han luchado con valentía hasta el momento, pero el destino de Azeroth se decidirá en los mismísimos ladrillos del Pozo de la Eternidad.
Tendréis que combatir contra demonios mientras avanzais hcia los jefes finales.
Tratad de permanecer en el Pozo de la Luna de Tyrande y para el demonio grande aprovechad la ventaja que ofrece Illidan permaneciendo cerca de él.
Después vendrá un grupo de murciélagos. Al acabar con ellos, empezará el último combate importante de la mazmorra, Mannoroth y Varo'then .
Illidan se encargará de Mannoroth en primera instancia, mientras Tyrande se ocupará de los engendros que surjan del portal, dejando a vuestro grupo hacerse cargo de Varo'then .
A lo largo del encuentro, Mannoroth usará Tormenta de fuego vil, debéis mantener al grupo en movimiento mientras dure dicha habilidad o amontonaros cerca de Illidan para reducir el daño de fuego recibido.
Varo'then no tiene ninguna habilidad excepcional en sí mismo.
Cuando Varo'then esté a punto de morir, aparecerán Debilitadores Señores del Terror que evitarán que Tyrande pueda encargarse completamente de los demonios que salen del portal, por lo que tendréis que estar en la Poza de la Luna y ayudarla a matar a todos los Debilitadores y cualquier demonio que haya.
Una vez que los Debilitadores estén muertos, Tyrande retomará su posición y el grupo estará libre para ayudar a Illidan en Mannoroth .
Recoged la espada que Varo'then dejó caer cuando murió y lanzársela a Mannoroth para debilitarlo, lo que le hará general fuego vil, por lo que deberéis permanecer junto a Illidan para reducir el daño.
Mannoroth abrirá un portal demoníaco del cual saldrán demonios constantemente, pero Tyrande debería ser capaz de tratar con ellos sola, mientras que el grupo se encarga de Mannoroth siempre permaneciendo cerca de Illidan .
Con el tiempo, Tyrande se derrumbará e Illidan se rendirá y nadie será beneficiado de la ventaja por permanecer cerca y deberéis acabar la batalla en cuestión de segundos. Entonces, Malfurion cerrará el portal y recuperaremos el Alma de dragón